Procyon A

Procyon A es una estrella subgigante blanco-amarillenta unas 7 veces más luminosa que el Sol, de tipo espectral F y ya acabó de fusionar el hidrógeno de su núcleo en helio, y ha comenzado a expandirse. Se cree que Procyon A se hinchará más de 100 veces su diámetro actual y aparecerá roja o naranja debido al enfriamiento consecuente de su superficie. Esto probablemente sucederá de 10 a 100 millones de años en el futuro. Se piensa que el Sol pasará por el mismo proceso después de abandonar la secuencia principal.

A fines de junio de 2004, un satélite telescopio orbital de Canadá (llamado MOST) completó una investigación de 32 días de Procyon A. El continuo monitoreo óptico tuvo como objetivo confirmar las oscilaciones en su brillo observadas desde la Tierra. Durante ese período, sin embargo, no hubo fluctuación en su intensidad. Estos hallazgos forzaron a algunos científicos a poner en duda algunos aspectos de la heliosismología. Por el contrario, observaciones fotométricas llevadas a cabo con el satélite NASA Wide Field Infrared Explorer (WIRE) entre 1999 y 2000 parecen estar de acuerdo con las observaciones hechas desde la Tierra.

La posibilidad de planetas no se descarta, pero la vida es poco probable en ellos alrededor de Procyon, debido a que la zona habitable alrededor de 2,7 UA de la estrella primaria no puede contener órbitas estables, debido a la compañera enana blanca con un periastro de 8,9 UA. Procyon emite más de su luz en el ultravioleta del espectro, que puede ser perjudicial para la vida. Además la vida, tendría un tiempo relativamente corto para evolucionar y se enfrentaría a un intenso bombardeo de cometas y meteoritos , como ocurrió en los primeros pocos millones de años de la existencia de la Tierra. Poco después de que la fase de intenso bombardeo hubiera terminado para un planeta que orbitara una estrella como la estrella Procyon es probable que dejera la secuencia no dejando tiempo para un mayor desarrollo de la vida

Procyon A tiene una débil enana blanca como compañera del tipo espectral DA, nombrada Procyon B. La razón de su brillo no es su luminosidad intrínseca sino su proximidad al Sol; en una distancia de 3.5 PC o 11.41 años luz, Procyon es uno de nuestro vecinos cercanos. Su vecino más cercano es la Estrella de Luyten.