La búsqueda de planetas fuera de nuestro sistema solar continúa aumentando. La nave espacial Kepler de la NASA ha localizado más de 1.200 candidatos planetarios, sin embargo, confirmarlos sigue siendo un reto. En algunas circunstancias, una estrella binaria eclipsante puede imitar el oscurecimiento superficial debido a un planeta que cruza por delante de su estrella. Son necesarias mediciones basadas en tierra para el control de un mundo en órbita al detectar las oscilaciones gravitacionales que provoca en su estrella, un método conocido como de velocidad radial.
El Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica (CfA) sigue siendo jugando un papel importante en el ámbito de cazar planetas. CfA es parte de una colaboración internacional de la construcción de un nuevo instrumento denominado HARPS-Norte. (HARPS es sinónimo de alta precisión de velocidad radial Buscador de Planetas.) Este espectrógrafo de precisión está diseñado para detectar la señal de pequeñas velocidades radialesl inducidas por los planetas tan pequeños como la Tierra, si es que orbitan cerca de sus estrellas. Se complementará con Kepler, ayudando a confirmar y caracterizar los candidatos planetarios de Kepler.
"La misión Kepler nos da el tamaño de un planeta, basado en la cantidad de luz que se bloquea cuando pasa por delante de su estrella. Ahora tenemos que medir las masas planetarias, de manera que podamos calcular las densidades. Esto nos permitirá distinguir los planetas rocosos y el agua de los mundos dominados por atmósferas de hidrógeno y helio ", explicó el astrónomo David Latham.
Un espectrógrafo opera por la división de la luz de una estrella en sus longitudes de onda o los componentes de los colores, al igual que un prisma. Los elementos químicos absorben la luz de colores específicos, dejando líneas oscuras en el espectro de la estrella. Esas líneas cambian de posición ligeramente debido al efecto Doppler creado por el tirón gravitatorio de un planeta en órbita de su estrella.
HARPS-N esencialmente duplica el éxito del diseño de un instrumento ya existente en el hemisferio sur, el HARPS original. Será aumentado por la tecnología actualmente en desarrollo, tales como un peine láser para la calibración de longitud de onda, que le permitirá detectar las señales sutiles de velocidad radial.
El original HARPS opera en el telescopio de 3,6 metros del Observatorio Europeo Austral en La Silla, Chile. HARPS-N será instalado en los 3,6 metros del Telescopio Nazionale Galileo (TNG) en las Islas Canarias. Desde esta ubicación, se podrá estudiar la misma región del cielo al alcance de la nave espacial Kepler, en el norte de las constelaciones de Cygnus y Lyra.
"Hemos establecido una colaboración entre diversas instituciones para crear una copia del norte del HARPS. Todos esperamos HARPS-N sea tan exitoso como el de su hermano del sur", dijo el investigador principal Francesco Pepe del Observatorio Astronómico de Ginebrad del HARPS-N.
"HARPS-N perseguirá los objetivos más interesantes que encuentre Kepler, en un nivel que nadie más en el mundo puede hacer," dijo Dimitar Sasselov, Director de los Orígenes de Iniciativa de la Vida de Harvard. "HARPS-N se asociará con Kepler lo suficiente para caracterizar mundos como la Tierra que podrían ser capaces de soportar la vida tal y como la conocemos."
El instrumento HARPS-N dará sus primeros pasos en abril de 2012.