¿Por qué se retiran los transbordadores?

La era de los transbordadores ha llegado a su fin y con ello finaliza una etapa de oro de los viajes espaciales tripulados de Estados Unidos.

Nos vendieron que el transbordador espacial iba a proporcionar un método seguro, fiable y barato de acceder al espacio. En el proyecto inicial el transbordador espacial tendría que haber viajado al espacio una vez cada diez días, además su diseño original era el despegue y aterrizaje como un avión. Luego se vió que nada de eso era viable y se decició por dotar al transbordador con unos motores cohete y despegue vertical, en vez del despegue original que iba a ser horizontal. Su gran complejidad y su diseño, consistente en millones de piezas lo convirtieron en la máquina más complicada que ha fabricado jamás el ser humano. Sometido a toda clase de pruebas antes del despegue. El balance final es que se ha lanzado un transbordador cada 81 días. De hecho los viajes del transbordador no son mucho menos complicados que lo fueron los viajes a la Luna.

El transbordador espacial no ha cumplido las espectativas inicialmente previstas y ha fundido completamente el presupuesto de la NASA, lo que ha provocado su jubilación. Eso sumado a la mala política desde Washington deja a Estados Unidos sin una nave tripulada. El viaje a un asteroide y a Marte descrito por el presidente Obama no dispone por ahora de financiación ni una estrategia clara a seguir, con lo cual lo más probable es que se quede ahí sobre la mesa. Sin embargo ojo con china, pues el gigante asiático pretende jugar fuerte, y aunque su ritmo de viajes espaciales no es tan elevado como lo fue en la carrera espacial entre rusos y americanos, puede que nos sorprendan muy pronto con un vuelo tripulado a la Luna, aunque como en todas las cosas una buena planificación y financiación necesaria es fundamental y por ahora no veo ningún país con esta capacidad. El viajar al espacio sigue siendo muy caro y complicado y la prueba es que hoy día un vuelo a la Luna representaría un avance tecnológico de alto calibre.

Nadie podría sospechar en los años 70 que llegaríamos al 2011 sin haber pisado de nuevo otro cuerpo celeste, eso avala la gran gesta de los americanos. De hecho la nave que está construyendo la NASA rescatando lo avanzado en las cápsulas Orion me recuerda al diseño de las cápsulas Mercury y Gemini, salvando claro está, algunos avances técnicos, aunque no me negarán que habiendo pasado 50 años no haya mucha diferencia en el diseño. Estados Unidos recupera una tecnología obsoleta que es la que le dió el liderazgo, no porque sea mejor sino porque es más barata y en los tiempos que corren en igualdad de condiciones vamos a lo más barato y que de resultados inmediatos.

La NASA ya ha dicho que con el presupuesto asignado es imposible construir un cohete antes del año 2017. Por lo pronto el futuro de los viajes espaciales de los americanos parece sombrío, quizá todo cambie si China o Rusia pisen fuerte en el espacio. Quizá una bandera china clavada en la Luna o un viaje a Marte empiece a sentar mal a los americanos y las críticas irán llegando a Washington y todos sabemos por la historia americana que a los Estadounidenses no les sienta bien tener a nadie por delante de ellos.