Marte
Marte en rotación
Diámetro:  6.794,4 km
Gravedad: 3,711 m/s²
Temperatura Mínima:  -87 °C
Media:   -46 °C
Máxima:  -5 °C
Atmósfera: CO2 95,32%, Nitrógeno 2,7%
Período orbital sideral:   686,971 días
Periodo de rotación:    24,6229 horas
Distancia media al Sol: 227.939.100 kms
Satélites: 2


Cuarto planeta del sistema solar. Forma parte de los denominados planetas interiores o terrestres. Es, posiblemente, el más parecido a la Tierra.
El ángulo de inclinación del eje de rotación de Marte con respecto al plano de su órbita es prácticamente igual que el de la Tierra, por lo que Marte tiene periodos estacionales similares a los de la Tierra, aunque sus estaciones son más largas, porque un año marciano es casi dos veces más largo que un año terrestre.

La superficie del planeta presenta diversos tipos de formaciones permanentes, entre las cuales las más fáciles de observar son dos grandes manchas blancas situadas en las regiones polares, una especie de casquetes polares del planeta.

El hecho que cada verano se reduzcan notablemente las dimensiones de los casquetes, e incluso desaparezca totalmente el del hemisferio sur y se vuelva a formar en invierno, permite afirmar que se trata de una capa muy delgada de hielo o quizás una especie de escarcha.

Posee dos satélites: Deimos y Fobos, probablemente capturados del cercano cinturón de asteroides.
El planeta Marte tiene una atmósfera muy fina, formada principalmente por dióxido de carbono, que se congela alternativamente en cada uno de los polos. Contiene sólo un 0,03% de agua, mil veces menos que la Tierra.

Los estudios demuestran que Marte tuvo una atmósfera más compacta, con nubes y precipitaciones que formaban ríos y un ambiente más cálido. Sobre la superficie se adivinan surcos, islas y costas. El aire Marciano contiene solo 1/1,000 veces menos de agua que nuestro aire, pero incluso esta pequeña cantidad puede condersarse, formando nubes que se desplazan por las zonas altas de la atmósfera o forman remolinos alrededor de las laderas de los sobresalientes volcanes. Por las mañanas temprano se pueden formar bancos de niebla en los valles.

Las grandes diferencias de temperatura provocan vientos fuertes. La erosión del suelo ayuda a formar tempestades de polvo y arena que degradan todavía más la superficie.



Perfil de la atmósfera de Marte
La superficie de Marte presenta también unas regiones brillantes de color naranja rojizo, que reciben el nombre de desiertos, y que se extienden por las tres cuartas partes de la superficie del planeta dándole esa coloración rojiza característica. La superficie de Marte presenta características morfológicas tanto de la Tierra como de la Luna: cráteres de impacto, campos de lava, volcanes, cauces secos de ríos y dunas de arena. Su composición es fundamentalmente basalto volcánico con un alto contenido en óxidos de hierro que proporcionan el característico color rojo de la superficie. Por su naturaleza, se asemeja a la limonita, óxido de hierro muy hidratado. Así como en las cortezas de la Tierra y de la Luna predominan los silicatos y los aluminatos, en el suelo de Marte son preponderantes los ferrosilicatos.
Sus tres constituyentes principales son, por orden de abundancia, el oxígeno, el silicio y el hierro. Contiene: 20,8% de sílice, 13,5% de hierro, 5% de aluminio, 3,8% de calcio y también titanio y otros componentes menores.

Presenta también unas regiones brillantes de color naranja rojizo, que reciben el nombre de desiertos, y que se extienden por las tres cuartas partes de la superficie del planeta, dándole esa coloración rojiza característica o, mejor dicho, el de un inmenso pedregal, ya que el suelo se halla cubierto de piedras, cantos y bloques.
Un enorme escalón, cercano al ecuador, divide a Marte en dos regiones claramente diferenciadas: un norte llano, joven y profundo y un sur alto, viejo y escarpado, con cráteres similares a las regiones altas de la Luna. En contraste, el hemisferio norte tiene llanuras mucho más jóvenes, y con una historia más compleja. Parece haber una brusca elevación de varios kilómetros en el límite. Las razones de esta dicotomía global son desconocidas.
Hay cráteres de impacto distribuidos por todo Marte, pero en el hemisferio sur hay una vieja altiplanicie de lava basáltica semejante a los mares de la Luna, sembrada de cráteres de tipo lunar. Pero el aspecto general del paisaje marciano difiere al que presenta nuestro satélite como consecuencia de la existencia de atmósfera. En concreto, el viento cargado de partículas sólidas produce una ablación que, en el curso de los tiempos geológicos, ha arrasado muchos cráteres. Éstos son, por consiguiente, mucho menos numerosos que en la Luna y la mayor parte de ellos tienen las murallas más o menos desgastadas por la erosión. Por otra parte, los enormes volúmenes de polvo arrastrados por el viento cubren los cráteres menores, las anfractuosidades del terreno y otros accidentes poco importantes del relieve. Entre los cráteres de impacto destacados del hemisferio sur está la cuenca de impacto Hellas Planitia, la cual tiene 6 km de profundidad y 2.000 km de diámetro. Muchos de los cráteres de impacto más recientes tienen una morfología que sugiere que la superficie estaba húmeda o llena de barro cuando ocurrió el impacto.

El campo magnético marciano es muy débil, unas 2 milésimas del terrestre y con una polaridad invertida respecto a la Tierra.

Hay una clara evidencia de erosión en varios lugares de Marte tanto por el viento como por el agua. Existen en la superficie largos valles sinuosos que recuerdan lechos de ríos (actualmente secos pues el agua líquida no puede existir en la superficie del planeta en las actuales condiciones atmosféricas). Esos inmensos valles pueden ser el resultado de fracturas a lo largo de las cuales han corrido raudales de lava y, más tarde, de agua. La superficie del planeta conserva verdaderas redes hidrográficas, hoy secas, con sus valles sinuosos entallados por las aguas de los ríos, sus afluentes, sus brazos, separados por bancos de aluviones que han subsistido hasta nuestros días. Todos estos detalles de la superficie sugieren un pasado con otras condiciones ambientales en las que el agua causó estos lechos mediante inundaciones catastróficas. Algunos sugieren la existencia, en un pasado remoto, de lagos e incluso de un vasto océano en la región boreal del planeta. Todo parece indicar que fue hace unos 3.600 millones de años y por un breve período, después de la denominada era Noeica.
Vídeo de Marte (YouTube)
La exploración de Marte
Fotos de Marte
Sus satélites
                Copyright 2010 Red Estelar, página web de astronomía, astrofísica y astronáutica.
Noticias
Sistema Solar
Estrellas
Exoplanetas
Galaxias
La Vía Láctea
  Historia de la Astronomía
    Vida Inteligente
   Viajes Espaciales
    Eventos Astronómicos
¡Bienvenido al mundo del espacio!, Web dedicada a la astronomía, astrofísica y astronáutica.Disfruta de tu estancia.
Sistema Solar